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Valle de Thingvellir

La ruta turística más famosa de Islandia incluye un recorrido por el parque nacional Valle de Þingvellir o Thingvellir. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004, en este sitio natural e histórico abundan los atractivos, como lagos, suelos rocosos, piscinas naturales, una cascada y el gancho de que en el valle funcionó por siglos una de las instituciones parlamentarias más antiguas del mundo, el Alþingi.
Esta última era una congregación, surgida en el año 930, que se reunía actualmente para recitar leyes y decidir disputas entre los habitantes del área. Los criminales también eran castigados en estas asambleas. Incluso hoy persiste al paso del tiempo el Drekkingarhylur (piscina de ahogamientos) en el río, donde las mujeres infractoras de la ley eran ahogadas y que hoy es uno de los lugares más visitados por los turistas. La tradición democrática islandesa se ponía así también, en función del hermoso paisaje.
Este parque, ubicado a unos 44 km de Reykiavik, en el suroeste de Islandia, resulta uno de los lugares más bellos del mundo para observar la aurora boreal, así que en las noches boreales llueven los visitantes curiosos.

Punto histórico y geográfico importante

Otros importantes acontecimientos históricos han ocurrido aquí, como la proclamación de la independencia de la República de Islandia, en junio de 1944. La residencia de verano del Primer Ministro de Islandia también encuentra su lugar en este impresionante parque, maravilloso por sus características tectónicas y volcánicas.
Þingvellir posibilita la visualización de la deriva continental, entre las fallas que atraviesan la región. Por ello es nombrado como Puente entre los dos continentes, ya que a simple vista se aprecia el afloramiento de las placas tectónicas euroasiática y americana. No es de extrañar entonces que en Þingvellir resulten muy habituales los terremotos. Y no es de extrañar tampoco que este sea uno de los orgullos de los islandeses.