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Catedral de San Esteban

Los turistas que viajan a Viena llegan a la Catedral de San Esteban (Stephansdom) como las abejas van al panal. Por su posición estratégica, ya que se encuentra cercana a una gran cantidad de monumentos y lugares para visitar, además de restaurantes y cafeterías, es uno de los destinos preferidos por los viajeros y ha sido el centro y el corazón de la ciudad durante siglos.

Su historia es bellísima. Incluso, durante siglos fue el edificio más alto de Europa, midiendo casi 137 metros. En 1359 comenzó una reconstrucción general de su edificio, ordenada por el duque Rodolfo IV de los Habsburgo, impregnándole un estilo gótico, luego de que fuera construida inicialmente en el año 1147. Así, en 1579 concluyó la obra, cuando se terminó la torre norte en estilo renacentista.

Uno de los elementos que más llama la atención es su gigantesco techo multicolor de 111 metros y 230 mil azulejos. Otro aspecto muy llamativo es su delgada torre sur de 136,7 metros, caso raro para la época medieval. A partir de una apretada espiral con 343 escalones se puede llegar a un observatorio desde donde se obtienen unas preciosas vistas del centro de la ciudad. En la actualidad el armazón del techo se compone de acero, ya que una vez que fue destruido en la Segunda Guerra Mundial, su reconstrucción con madera hubiera llevado más de un kilómetro cuadrado de bosque.

Famosa y emblemática

Valiosos tesoros se resguardan en su interior, como el Altar Wiener Neustad, el púlpito de Anton Pilgram, la tumba del príncipe Eugenio de Saboya, el sepulcro del Emperador Federico III y otros miembros de la familia Habsburgo, así como el altar gótico alado. Se le agrega el hecho de que este fue el lugar de boda y posterior funeral del genio Mozart.

Diversos estilos arquitectónicos provenientes de diferentes épocas son visualizados en la nave central, las capillas laterales y el coro. Algunos de los puntos más interesantes de la catedral son la Campana Pummerin, el Púlpito de Pilgram, las catacumbas , la imagen de Cristo crucificado, etc.

Una vez dispuesto el turista a ejercer la visita, se recomienda comprar la entrada combinada, para no sólo entrar a la catedral, sino también a las catacumbas y las torres, además de incluir una guía de audio, todo con un precio de 14,50 euros para los adultos.