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Ruinas de Copán

Dice la historia que fue gobernada por 16 reyes durante aproximadamente cuatro siglos (entre el año 426 al 820), durante el Período Clásico. La cultura maya hizo de éste un sitio muy especial y legó a la humanidad actual todo el esplendor de una gran ciudad. Hoy Copán ocupa con sus ruinas una zona arqueológica de 120 hectáreas que incluye una pequeña reserva natural. Esta parte de la selva hondureña, a pocos kilómetros de la frontera de Guatemala, gana cada día más adeptos de diversas latitudes, que se disponen a realizar un viaje increíble al pasado, para intentar conocer una de las civilizaciones más impresionantes de esta parte del mundo.

Los registros humanos en esta zona andan por más de dos milenios, desde el Preclásico Temprano hasta el Posclásico. En la actualidad este valle fértil posee un centro urbano de alrededor de 3.000 habitantes, un pequeño aeropuerto y una carretera llena de sinuosidades.

El abandono de la ciudad, ocasionado por el paso inevitable del tiempo, causó que la naturaleza se ensañara con los edificios de Copán. Incluso uno de los meandros del río que lleva su nombre causó la destrucción de la parte oriental de la acrópolis y de otras estructuras. En este sentido, y con el fin de proteger el sitio, el río fue desviado en 1930. Por suerte, en 1980 Copán fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que ha permitido una política coherente para su conservación.

Poniendo Copán en el mapa

Fechas significativas en su historia reciente han sido la fundación del Museo Regional de Arqueología en el municipio de Copán Ruinas, en 1939, y en 1972 la apertura al pueblo y a los visitantes el sitio Arqueológico de Copán, por lo que muchas personas deciden visitarlo. Constantemente se han producido descubrimientos de importante valor arqueológico que ha relanzado a la fama este lugar. Varios de los túneles y de las tumbas descubiertos todavía están en estudio y muchos no están accesibles al público. No obstante, es tan rica su arquitectura y arte en general, que bien vale la pena encontrarse con esta ciudad perdida en la selva.